Cuando llegó el pasado 1 de septiembre y se consumó el traspaso de Robinho al Manchester City sin que llegara ningún refuerzo para la banda derecha, todos temían el indeseable "efecto embudo". Hasta el momento, nadie lo había mentado, pero el partido ante la Juventus lo sacó a relucir de nuevo. Las alarmas no han llegado a saltar aún en el club merengue, pero sí es verdad que la dirección deportiva no está dispuesta a sufrir de nuevo este mal endémico.
El "efecto embudo" consiste en que, al jugar sin bandas, todo el ataque se concentra por el centro del campo. De esta forma, para la defensa rival es mucho más sencillo repeler los envites, y ésto fue lo que le pasó al R.Madrid la primera parte en Turín en cierta manera. Sin Robinho en nómina, sólo quedan Robben y Drenthe como extremos puros, pero ambos son zurdos cerrados y al ex del Feyenoord parece que le faltan aún algunos partidos más para terminar de demostrar todo el fútbol que atesora.
Así, el conjunto blanco está sondeando el mercado para incorporar a un extremo cuanto antes, si pudiera ser este mismo enero, mejor. Tanto Ramón Calderón como Mijatovic han reiterado su deseo de no acudir al mercado invernal, pero no han cerrado la puerta a cal y canto a la espera de que aparezca una oportunidad única. De momento, Miguel Ãngel Portugal se encuentra sondeando el mercado en Sudamérica y, si hay un jugador que reúna ciertas condiciones, no hay duda de que el club pasará al ataque cuanto antes.
En el Real Madrid buscan a alguien con calidad contrastada, que no esté en el ocaso de su carrera, y cuyo precio de traspaso no sea desorbitado. Hay plazas para un extracomunitario y es imprescindible que pueda disputar la Champions League. Evidentemente, ésta es una misión harto complicada de cumplir en enero... pero no imposible. Hace casi dos años llegaron Gago, Higuaín y Marcelo en el mercado de invierno, y este año se pretende repetir tan exitosa experiencia.
EN EL CLUB SIGUEN A DI MARÃA Y AARON LENNON
De momento, dos de las opciones que se barajan de cara al mercado invernal para la banda derecha han sido Alan Dzagoev y Aaron Lennon. Marca destapó ayer el interés en el primero de ellos, jugador ruso de 18 años del CSKA de Moscú, capaz de jugar en la delantera y en la mediapunta además de en el lateral diestro. El segundo es un extremo derecho de 21 años que juega en el Tottenham de Juande Ramos. Nada más cerrarse el mercado estival de fichajes, en Inglaterra se insistió mucho en el interés blanco por este futbolista inglés, y en el R.Madrid no se olvidan de esta joya británica.
Otra de las alternativas llegaría desde Portugal, pero con sello argentino. Se trata de Di María. El jugador albiceleste quiso quedarse en el Benfica este verano, a pesar de que su magnífico papel en los Juegos Olímpicos despertó el interés de media Europa. Sin embargo, en alguna ocasión admitió que podría abandonar el club lisboeta este mismo enero y, en ese caso, el R.Madrid estaría muy atento a los posibles movimientos. El principal inconveniente está en que también es zurdo, y en el prohibitivo precio que pediría el club de Quique Sánchez Flores por él.
TAMPOCO SE OLVIDAN DE LA DELANTERA
Aunque la máxima prioridad es un extremo derecho, en el club blanco tampoco desperdiciarían la oportunidad de incorporar a un delantero en enero, visto que Saviola no cuenta mucho para Bernd Schuster. Douglas Costa es una de las opciones más factibles, además de ser uno de los jugadores que Portugal ha ido a espiar a Brasil. A su favor está que puede jugar la Champions, y que es una joya por pulir, pero Mijatovic desconfía del precio que pide el Gremio por un jugador sin casi experiencia.
Otra posibilidad reside en el egipcio Zakir, que está cuajando un magnífico comienzo de temporada en la Premier inglesa con el Wigan. Este delantero de 25 años lleva siete goles en ocho partidos esta campaña y, además de poder disputar la presente edición de la Champions, podría arribar por una módica cantidad de dinero. El atacante del Mónaco francés, Frederic Nimani, también ha sonado para el R.Madrid, aunque su fichaje parece menos apetecible para la dirección deportiva madridista.
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