Zidane pasa de la autocrítica al enfado

El técnico no se cortó este domingo en sus críticas a la plantilla


Zidane en el banquillo de Las Palmas

Zidane en el banquillo de Las Palmas




Ni siquiera la victoria lograda 'in extremis' consiguió aplacar el 'mosqueo' de Zidane. El galo compareció en la rueda de prensa posterior al partido con mucha seriedad. Y lo que a continuación expresó fue el sentir de muchos madridistas. Sin alzar la voz, sin gritar y siempre con mucha tranquilidad, el entrenador mandó un mensaje claro y directo a sus jugadores: "jugando así no vamos a ningún lado". Demostró que él habla claro y que no siempre le va a dar una 'palmadita' al equipo. Este domingo no se la merecía, sino todo lo contrario.

Su preocupación es patente. Él mismo la reconoció ante la prensa. Así que este lunes lo va a emplear en reflexionar con tranquilidad en casa. Va a revisar el partido para analizar todo lo que hizo mal el equipo. Que fue mucho. Y a partir de las conclusiones que saque elaborará un discurso para motivar a sus hombres. Tiene la suficiente confianza con ellos para hablarles claro y para recordarles que se están jugando su trayectoria y su prestigio. De la imagen que den dependerá que continúen en el mejor club del mundo la próxima temporada.

La única conclusión positiva que se puede sacar es que aún hay tiempo para reaccionar. Es una cuestión de actitud, de entrega. Y en la mano de los futbolistas está reaccionar. Su tarea, además de la de entrenador, va a ser la de ejercer de psicólogo para buscar un cambio en sus hombres. Por eso va a tener un cambio de actitud hacia ellos. La paciencia se terminó y es momento de activarse por el bien de todos. De ellos, del propio Zidane y de los cientos de millones de seguidores que el Real Madrid tiene en todo el mundo.