Si este lunes era Patrick Kanner, ministro de Salud y Deporte francés, el que aseguraba que Benzema no debía regresar por el momento al combinado galo; ahora ha sido el primer ministro de la nación, Manuel Valls, el que se ha pronunciado en la misma línea. En declaraciones para la emisora 'RMC' ha opinado sobre el asunto y ha señalado que "un gran deportista debe ser ejemplo para la juventud. No soy el presidente de la Federación ni Didier Deschamps. Al seleccionador le corresponde confeccionar el mejor equipo posible, pero mi opinión es que no se reúnen las condiciones para que Benzema regrese a la selección".
Además, Valls ha explicado que para él "el fútbol no es una cosa que interese sólo a los aficionados. Es nuestro patrimonio. Todos los gestos tienen su importancia". Son unas palabras que no tienen el objetivo de 'vetar' la decisión del técnico galo, quien precisamente hace unos días se mostraba partidario de contar con Benzema por ser uno de los mejores futbolistas del país. Sin embargo, sí son una forma de presión para que Deschamps deje fuera de las próximas convocatorias al delantero mientras se mantenga como imputado por el 'caso Valbuena'. Y es que el Gobierno ya se está encargando de dejar clara su postura al respecto y de colocar al entrenador en el punto de mira de la opinión pública.
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