El francés no solo se está mostrando como un técnico de primer nivel, sino que también está dejando claro que es un motivador de lujo. 'Zizou' no necesita largos discursos o proclamas para convencer a sus hombres. Le basta con mensajes cortos y directos. Y, según informa 'OK Diario', el último que más ha salido de su boca es el que cataloga el partido de este miércoles en Wolfsburgo como la segunda "final" de la semana para el Real Madrid.
Su intención es clara: no quiere que sus hombres hagan distinciones entre jugar en el Camp Nou y hacerlo en el estadio del octavo equipo de la Bundesliga. Quiere la misma solidaridad de los jugadores, el mismo esfuerzo, el mismo trabajo. De ahí que haya avisado al plantel de que no venda la piel del oso antes de cazarlo y de que no se confíe a pesar de la evidente inferioridad del rival. En Europa el equipo juega sin red y no se puede olvidar que la Champions parece la única vía de salvación para la temporada madridista. Por eso hay demasiado en juego como para despistarse y salir algo fríos como ya sucediera en el partido de vuelta ante la Roma.
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