Desde aquel 2-3 ante el Athletic un 22 de marzo de 1931, nunca el Madrid había logrado superar semejante diferencia en contra. Lo hizo con goles y casta pero, sobre todo, a base de mucho fútbol. La tranquilidad que le ha imprimido Zidane a este Madrid se nota sobre el césped. Ni siquiera una salida calamitosa evitó que el Madrid se llevara tres puntos fundamentales en el estadio de Vallecas.
Bale lograba recortar distancias antes del descanso de un soberbio cabezazo. Lucas empataba de un perfecto testarazo tras centro de Danilo y el propio Bale sellaba la remontada final con un gran zurdado tras robar la pelota en tres cuartos de cancha. Los madridistas celebraban haciendo una gran piña, una victoria que le sigue dando esperanzas en este campeonato nacional de Liga.
Y para más inri, el Real Madrid lo hizo por primera vez en esta Liga. Ningún equipo hasta la fecha lo había logrado. Remontar un 2-0 en contra y fuera de casa tiene todavía más mérito. En otro momento de la temporada, jamás se habría logrado una remontada como esta. Zidane le ha imprimido carácter a este Real Madrid.
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