Weigl, el mediocentro que ha enamorado a Zidane

El Real Madrid estará muy atento al juego del centrocampista del Dortmund


Weigl en un partido con el Borussia Dortmund

Weigl en un partido con el Borussia Dortmund




La llegada de Thomas Tuchel al banquillo del Borussia Dortmund ha resultado fundamental para que este joven valor de la cantera alemana se haya consagrado definitivamente en las alineaciones titulares del equipo amarillo. Weigl tiene 21 años y ya ha disputado 68 partidos oficiales con uno de los equipos más importantes del continente europeo. Los que le conocen aseguran que su fútbol no es más que el reflejo de su personalidad: es un chico tranquilo, humilde, que escucha y que siempre busca el aprendizaje constante.

Weigl se presentará en sociedad en el estadio Santiago Bernabéu. El Real Madrid lleva siguiéndole dos temporadas. Formado en la cantera del 1860 Münich, el BVB apostó por su fichaje en 2015 abonando hasta cinco millones de euros. Fue una petición expresa de Tuchel, un técnico con excelente gusto por el buen fútbol y que ‘bebe los vientos’ por centrocampistas de buen toque, de salida sencilla desde la defensa y que dominen los principales aspectos tácticos de un mediocentro puro.

El Real Madrid necesita un ‘5’ creador

Zinedine Zidane ha conseguido encontrarle el equilibrio al equipo pese a la prolongada baja de Casemiro, pero a decir verdad, el Real Madrid necesita al menos otro centrocampista defensivo que complete la plantilla. Modric, Kovacic o incluso Toni Kroos son interiores, centrocampistas ofensivos que rinden mucho mejor por delante de un mediocentro, sin obligaciones defensivas y con constante participación en los metros finales.


Los dos croatas y el ‘8’ no tienen tanto desgaste defensivo en posiciones más atacantes y pueden lucir su excelente capacidad resolutiva en los últimos metros cuando cuentan por detrás con un 'stopper' preocupado casi exclusivamente en defender. Con la cesión de Marcos Llorente, en Concha Espina lamentan que Casemiro sea el único pivote defensivo al uso con el que podrá contar Zidane durante toda esta temporada. Sin duda, Julian Weigl, llegaría la próxima campaña para apuntalar una posición que se encuentra un tanto ‘coja’ en este curso.

El Borussia Dortmund no vende

Weigl termina contrato en 2020 y en Alemania ya se rumorea con la posibilidad de que el joven futbolista amplíe contrato. Sin embargo, en el Real Madrid han comenzado a mover ficha para iniciar las negociaciones, si es que el TAS revoca finalmente la sanción FIFA en las próximas semanas. El coste del futbolista alemán podría rondar los 25-30 millones, un traspaso asequible, que se asemejaría mucho al de Toni Kroos, y que le aseguraría al Real Madrid un centrocampista ‘top’ para los próximos 10 años.

El plan de Zidane para taparle en el Bernabéu

La victoria del Madrid en el último encuentro de la fase de grupos dependerá muy mucho del esfuerzo físico del equipo. El Borussia Dortmund arma las jugadas con velocidad y, para evitarlo, los blancos deben ‘tapar’ a Weigl. El germano toca con sencillez pero tiene una extraordinaria capacidad para batir líneas con un solo toque. De la sencillez hace virtud y si juega con comodidad, el peligro del Borussia Dortmund crece exponencialmente.

En manos de Casemiro, Modric o Isco estará que el mediocentro del Dortmund no juegue con comodidad. Zidane ha visto y revisto al BVB para diseñar una táctica que impida a los de Tuchel jugar con comodidad. En fase defensiva, ya sea alguno de los dos interiores o, incluso, Karim Benzema, se pegarán a Weigl para evitar la salida limpia del esférico desde atrás.

Porque pese a que el cuadro puede indicar que ser segundo es hasta beneficioso, la idea de Zinedine Zidane es inamovible: “hay que ganar al Borussia Dortmund”. El francés no quiere que el equipo baje el pistón, quiere un Madrid metido al 100% y que compita por todas las victorias. Lo que depare el sorteo el próximo lunes será harina de otro costal. Zidane y los futbolistas quieren ganar al Borussia Dortmund y, para lograrlo, la táctica está muy bien diseñada y pasa por tapar a Julian Weigl, el auténtico ‘motor’ de los alemanes.