Este organismo, que desde luego no ha hecho honor a su nombre en el caso de los insultos a Sergio Ramos, ha decidido no imponer ningún tipo de sanción ni a los aficionados del Sevilla que increparon de forma lamentable al jugador del Real Madrid ni tampoco al equipo andaluz.
Parece evidente que Antiviolencia no ha tenido las narices necesarias para impartir justicia en este sentido y dar un golpe encima de la mesa contra los violentos que van a los campos de fútbol a destrozar el espectáculo y a dar mal ejemplo.
Ahora todo queda en manos del Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol. Será este organismo el que decida si hay algún tipo de multa para los aficionados del Sevilla y/o para el club hispalense.
A la espera de conocer la decisión de la RFEF queda claro que Antiviolencia vive más de su nombre que de sus hechos. No sancionar insultos y comentarios fuera de lugar contra un futbolista es vivir al margen de la realidad y demostrar muy poco interés en erradicar la violencia de los campos de fútbol ¡Una vergüenza!
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