El 'palo' para Buffon por lo que hizo con el árbitro

Le han tenido que escribir una carta en Italia solicitándole que pida perdón por su comportamiento poco deportivo tras la señalización del penalti.


Buffon protesta al árbitro, Michael Oliver

Buffon protesta al árbitro, Michael Oliver




De hecho, tanto sus insultos al árbitro como la violencia con la que se dirigió a él han causado un debate muy fuerte en Italia. Allí tenían a Buffon como un personaje modélico en su comportamiento, algo que tiró por la borda con su comportamiento en el Bernabéu con el colegiado.

Por eso, en el periódico deportivo más importante de Italia, el periodista Luigi Garlando le ha escrito una carta solicitándole que pida disculpas por lo que dijo e hizo en el Bernabéu con el árbitro. Una imagen que nunca se podrá borrar y que deja claro que los malos no son siempre tan malos y los buenos tampoco son tan buenos.


Esta es la carta que le han escrito en la Gazzetta a Buffon para que rectifique:

“Hay paradas que nacen imperfectas y se hacen vitales con una segunda intervención. Las llamamos ‘paradas en dos tiempos’. Eso, Gigi: necesitamos un segundo tiempo para aquellas palabras que se te escaparon tras el Madrid-Juve, como un balón escurridizo. Vuélvelas a coger, ahógalas, bórralas, pide perdón, una proeza que sólo los hombres valientes saben cumplir. El penalti era discutible, vale. Comprendemos hasta el fondo la atroz amargura de una hazaña desaparecida de aquella manera, en el último suspiro. Ya imaginábamos un epílogo en los penaltis, contigo gigante entre los palos del Bernabéu, como Zoff en el ’82. Merecías sellar una carrera legendaria agarrando las grandes orejas de aquel trofeo. En 2006 levantaste la Copa del Mundo, tú eres el muro de Berlín. Los que te admiraron durante 20 años entregaron toda su comprensión humana para justificar tu desahogo. Pero llegó un punto en el que tuvimos que parar: las palabras de después del partido ahí no caben".

"Nos dolió pensar que las peores fueron las últimas, las de después de la ducha, cuando tuviste todo el tiempo para enfriar tu instinto y volver a coger tu sentido de responsabilidad, requerido para un hombre de deporte y, aún más, para el capitán de la Nazionale. Un árbitro nunca será “un killer” o “un animal”. La sensibilidad que le pides a Oliver tenía que sugerirte evitar hablar de “delitos en contra de la humanidad”, aunque fuera solo “deportiva”, en los días de Siria y de los niños bajo fuego".


"Tú demostraste a menudo tu sensibilidad. Igual por eso la depresión te atacó. Maravillosas las lágrimas que lloraste en el campo tras el Italia-Suecia. Aquella noche confesaste: “Lo siento por los niños que, este verano, no verán Italia al Mundial”. Eso, Gigi. Piensa en los niños y los chicos que orientan sus comportamientos mirando a los campeones".

"Tú, desde siempre, estás entre los más amados y los más seguidos. Imagina que en el próximo finde algún joven futbolista le sugiera al árbitro irse en las gradas a comer patatas. Se sentirían autorizados a hacerlo: “Lo dijo también Buffon”. Gigi, lánzate sobre tus palabras, ahógalas, bórralas. Zidane nunca pudo borrar el cabezazo a Materazzi. Tú puedes demostrarte más fuerte que él, como en 2006. Recuérdale a los chicos que el fútbol es respetar las reglas y las personas, y que un error, como una derrota, es parte del juego y le da valor a las victorias. Puede fallar un árbitro y puede fallar un equipo que deja a un rival sólo en el área en el 93’. Lánzate, Gigi. Nosotros ya estamos de pie, listos para aplaudir tu bella parada en dos tiempos”.