Para empezar, hay que decir que esta idea proviene del plan que tiene Julen para el equipo, en el que ha priorizado un sistema radical de rotaciones y una estrategia de presión adelantada y asfixiante para poder dificultar la salida del balón, tener una mayor posesión en campo contrario y recuperar balones.
Pues bien, si entramos a un análisis más exhaustivo, más allá de la estrategia en ataque, Julen necesita establecer un nuevo esquema defensivo para poder ejecutar todas estas ideas. Este consiste en que todos los jugadores harán marcaje individual en la medida de lo posible, evitando el marcaje posicional y, por tanto, esto implica abarcar tanto campo propio como contrario y hacer un despliegue físico amplio.
De esta manera, se dificulta que el equipo contrario encuentre a un compañero liberado para poder recibir balón o lo que sería mejor para los blancos: que el rival que posea el balón no tenga tiempo para pensar que va a hacer en la próxima acción. Ideas buenas, fáciles de entender y clásicas, pero que son muy difíciles de implantar y ejecutar. Muchos riesgos y mucha ilusión.
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