El caso es que tras una temporada nefasta, en el Madrid esperaban poder recuperar al mejor Marcelo. Al menos, físicamente ha dado un paso hacia adelante, perdiendo entre 5 y 7 kilos, señal inequívoca de lo mal gestionado que estuvo su cuerpo la pasada campaña, uno de los grandes motivos por los que Solari decidió prescindir de él a favor de Reguilón.
Sin embargo, futbolísticamente seguimos viendo a un Marcelo perdido, un agujero defensivo que, además, regala goles a los contrarios. Una situación inaudita para alguien que está considerado TOP-3 mundial en su posición.
Antes de que nadie le dijera nada, Marcelo fue el primero en entonar el ‘mea culpa’ cuando los jugadores llegaron a los vestuarios en el descanso: “intenté evitar la banda y pensaba que el balón le iba a llegar más rápido a Sergio, no me di cuenta de que Kane estaba tan cerca, pido perdón a todos”, espetó el brasileño en el interior del vestuario. Los compañeros le exculparon en masa y decidieron animarle con los típicos tópicos de “no pasa nada”, “tranquilo, aquí fallamos todos” o “empatamos pronto y esto se olvida rápido”. Sin embargo, para desgracia de Marcelo, el Madrid acabó perdiendo por un error suyo. Uno más.
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