El madridismo está cansado de ver como las malas decisiones de los árbitros perjudican cada vez más alconjunto merengue. Da igual el Bernabéu, el Camp Nou o el Ciudad de Valencia entre otros, porque siempre habrá alguna decisión que castigue los intereses de los blancos.
Nada más empezar la temporada, el Real Madrid empató frente al Villarreal en el estadio de la Cerámica. Un partido, donde el colegiado se comió en los minutos finales un penalti a Vinicius de Albiol y en el VAR curiosamente no se vio nada. En la derrota del equipo madridista en Mallorca, hubo dos penas máximas, Una hacia Casemiro más difícil de ver y otra a Brahim que era imposible que no la percibieran en el VAR.
En el Santiago Bernabéu, los blancos empataron a 0 frente al Betis pero una mano de Feddal pudo cambiarlo todo. El jugador del Betis, golpea el balón con la mano totalmente estirada y separada del cuerpo, y sin estar tocando el suelo. Finalmente no decretaron penalti por ninguna de las dos partes. (Otro bochorno: Rodrygo más veces expulsado que Suárez y Mascherano)
Como no podía ser de otra manera también se produjo un escándalo en el Clásico. El Barça se salvó de ser derrotado por el Madrid, gracias a que ni el árbitro ni el VAR señalaron como penaltis ni la grave entrada de Lenglet sobre Varane y un agarrón claro de Rakitic también sobre el central francés. En estas dos últimas jornadas de Liga, ante el Celta y el Levante, los trencillas se comieron un total de tres penaltis claros entre los dos partidos, que hubieran significado otras dos victorias
En conclusión, si los colegiados hubieran indicado todas esas penas máximas, y se hubieran anotado, los blancos actualmente gozarían de una ventaja de 15 puntos más sobre los culés.
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