Vinicus, a ritmo de samba: vuelve loco al City

El brasileño sigue desempeñándose como el futbolista más desequilibrante del mundo


Vinicius Junior, decisivo ante el City.

Vinicius Junior, decisivo ante el City.




El partido ante el Manchester City cumplió con las expectativas y no defraudó a nadie: alta intensidad, buen ritmo de juego, calidad garantizada y futbolistas de primer nivel. La ida de los cuartos de Champions League en el Santiago Bernabéu nos ha dejado con ganas de más y, antes de que llegue la vuelta, tendremos un breve descanso para recuperarnos de las emociones vividas este martes en el coliseo merengue.

Entre los jugadores del Real Madrid, destaca sobremanera la figura de Vinicius. Tanto dentro como fuera del campo, el brasileño se ganó el protagonismo con razón hace años y, a base de carácter, trabajo y orgullo propio, calló las bocas más sueltas que sostenían que no era un jugador propicio para el Madrid. Afortunadamente, leyendas urbanas del pasado que han quedado en el olvido, por el bien del propio equipo.

El extremo del Real Madrid volvió a demostrar que es un número uno. Desde el principio, estuvo activísimo, con mucha ambición y siempre jugando en vertical. El ‘7’ blanco es una garantía en el esquema de Ancelotti y, tanto en el segundo gol de Rodrygo como en el empate de Federico Valverde, apareció en modo de asistente para brindar la gloria a sus dos compañeros.

Antes, tuvo varios disparos y otras tantas asistencias, provocando también una falta en el minuto 36 que se saldó con una tarjeta amarilla para Akanji. El atacante de São Gonçalo volvió locos a los subordinados de Pep Guardiola y Ancelotti le dio descanso, sustituyéndole a cinco minutos del final con la intención de dosificarle.


Éste es el primer partido que juega Vinicius desde que el Real Madrid se impusiera en El Sadar, con goleada incluida a Osasuna (2-4), después de que viera la cartulina amarilla en tierras navarras, por lo que se perdió la última victoria liguera blanca ante el Athletic Club en el Santiago Bernabéu (2-0)-. Veinte días largos que se han terminado, de nuevo, con una grandísima actuación. Y es que, a pesar de no ver puerta, ha sido decisivo para poner contra las cuerdas al City, que ha sufrido de lo lindo, otra vez, con el brasileño, imparable… y a ritmo de samba. El madridismo sonríe y Vini, con él. Para la vuelta, la misma receta. Con distinto fin: victoria y a semis.