El partido de este martes en el Santiago Bernabéu ante el Manchester City, que se enmarca en la ida de los cuartos de final de la Champions League, constituía, sin duda, el encuentro más importante de la temporada del Real Madrid. Y las expectativas se cumplieron, porque los 90 minutos han sido de infarto y han ratificado que tanto el Madrid como el City son dos de los mejores equipos del panorama futbolístico mundial.
Era la primera gran noche para Jude Bellingham, llegado este verano a la capital de España procedente del Borussia Dortmund, donde destacó en la Bundesliga, hasta el punto de que diversos equipos, sobre todo de la Premier, pujaron por el futbolista inglés. Pero Jude priorizó la oferta del Real Madrid, renunció a mejores honorarios y decidió cumplir su sueño: ser jugador del Real Madrid.
Desde que llegara, el centrocampista británico se ganó el cariño del público de Chamartín con un liderazgo sobre el verde atípico en un chaval de apenas 20 años. Con determinación, personalidad y criterio propio, Bellingham rompió todo tipo de augurio y en las oficinas que comanda José Ángel Sánchez, mano derecha de Florentino Pérez, se frotaban las manos.
A pesar de que el inglés no tuvo especialmente su día, se volvió a ver su capacidad de sacrificio y su virtud mental de no rendirse. Bellingham lo intentó de todas las maneras, dejó detalles de un futbolista técnico con varios caños de tacón y, por enésima vez, volvió a acabar desquiciado con el arbitraje de François Letexier, que fue permisivo con las faltas que sufrió el delantero. Incluso tuvo un ‘enganchón’ dentro del área con un zaguero ‘citizen’, en el minuto 77, que podía haber acabado en penalti, pero el colegiado francés interpretó más bien lo contrario.
La temporada de Bellingham, pese a todo, está siendo de escándalo y tiene números de figurón: 33 partidos, 20 goles y ocho asistencias. Ya atesora varios récords: el inglés es el centrocampista que más goles ha marcado en una misma Liga con el Real Madrid en el siglo XXI y primer jugador en la historia de la Champions League que marca en cada uno de sus cuatro primeros partidos con el Real Madrid. Datos que le ayudarán a estar en Mánchester como un ‘cañón’, ver puerta y, sobre todo, ayudar a sus compañeros a conseguir el objetivo: lograr las semifinales de la Copa de Europa.
DEJA TU COMENTARIO