Derrotar al Manchester City de Pep Guardiola era el objetivo y todo el Real Madrid lo sabía a lo largo de tres semanas que se han hecho eternas para conocer finalmente a uno de los cuatro semifinalistas de una Copa de Europa que lentamente llega a sus fases finales.
Victoria marcada por las paradas de Andriy Lunin y por un jugador de los skyblues que incluso impresionó a la junta directiva de Florentino Pérez.
Los precedentes eran claros y hablaban de una plaza en la cual los hombres de Carlo Ancelotti nunca habían ganado de manera oficial.
También de una en la que apenas habían sacado un par de empates a lo largo de los últimos años y donde el equipo dirigido por Pep Guardiola arrastraba un invicto de más de 30 partidos. Todo esto únicamente hablando en una Copa de Europa donde la lógica solamente puede ser es capaz de ocasiones por el Real Madrid.
Carlo Ancelotti planteó un encuentro más que similar al del Plantío de ida y donde por medio de transiciones rápidas buscaba aprovechar esos espacios en la defensa del Manchester City que tantos problemas le han costado a Pep Guardiola en estos meses. Resistir las embestidas del vigente campeón de Europa y la de sus figuras suponía la otra cara de la moneda. Hubo una que encantó.
Una pesadilla en banda
La realidad es que a Florentino le impactó mucho el juego de Doku y sus escapadas por banda. El belga fue una pesadilla para jugadores y directivos. Pérez se interesó en él, quedando sorprendido cuando le dijeron que solo tenía 21 años y que estaba en su primera gran temporada en la élite.
No fue sencillo retener o contener a un jugador rebelde en todos los sentidos y que tanto Carvajal como Lucas o Valverde sufrieron por todo lo alto. Florentino Pérez y su junta directiva, maravillados por el juego del belga en un estadio y fase de la Champions no apta para cualquiera. Se viene el Bayern Múnich.
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