El Real Madrid pasa a las semifinales después de un duelo realmente intenso contra el Manchester City. Los pupilos de Carlo Ancelotti plantearon y ejecutaron un brillante ejercicio de esfuerzo defensivo que se quebró una sola vez: ese fue el espacio que el equipo sky blue aprovechó para deshacer la ventaja conseguida por Rodrygo Goes antes de los primeros quince minutos del partido de vuelta.
Con esa dinámica se llegó hasta los penaltis: la ‘lotería’ de los once metros iguala a todos los equipos y sentencia los partidos que el tiempo reglamentario o la prórroga no ha resuelto. El Real Madrid no empezaba bien: Modric fallaba su lanzamiento. Pero entonces apareció Andriy Lunin para culminar un partido de bandera.
Sus paradas a los lanzamientos de Bernardo Silva y Mateo Kovacic fueron el acicate que necesitaron sus compañeros para afrontar con mayor tranquilidad los siguientes golpeos. También terminaron de hundir a un Manchester City que, por primera vez en la eliminatoria, se veía fuera de las semifinales de la Champions League 23/24. Finalmente ocurrió.
El ‘hombre de hielo’
A pesar de que Ederson anotó su penalti, Nacho y Rüdiger certificaron la victoria madridista. El tanto del ‘22’ alemán significó el estallido de alegría de la plantilla blanca… menos del propio Andriy Lunin. El ‘13’ reaccionó como si nada hubiera pasado, dando varios pasos hacia el interior del área antes de verse atrapado por varios jugadores blancos, como Fede Valverde y Brahim, que corrieron hacia él para celebrar con el guardameta el pase a las semifinales.
Ese temple y calma gélida fue lo que le impulsó a mantener la cabeza centrada en el partido más allá de los 120 minutos, firmando paradas de altísimo nivel hasta en los penaltis en un escenario que aplica mucha presión sobre cualquier futbolista visitante. Lunin es uno de los héroes de esta temporada: lo ocurrido en Inglaterra solo lo ratifica.
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