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El Madrid sufre, pero vuelve a ganar

1-0: Los de Juande logran su quinta victoria consecutiva. Lamentable arbitraje de Texeira Vitienes, que perjudicó claramente a los blancos. Raúl marcó el único gol y ya está a uno de Di Stéfano


Eduardo Torrico - La Crónica

Nueva victoria del Real Madrid de Juande, y ya van cinco consecutivas en la Liga. Nueva victoria por la mínima, trabajada y complicada, lo cual amenaza con convertirse en una constante este año. Nueva victoria sin rastro de buen fútbol, lo cual tendría que ser motivo de preocupación. Pero el Bernabéu ya ni sufre ni padece. Nadie anima, lo cual es muy lógico, porque el equipo ofrece pocas cosas que inviten a animar. Pero tampoco protesta nadie, a no ser que Drenthe haga una de las suyas, que no son pocas. Esta vez ni siquiera brilló Robben, salvo tres destellos en los tres últimos minutos. Quizá lo más positivo de todo es ya queda una semana menos para que finalice esta insufrible temporada.

El mensaje subliminal del villarato de Las Rozas ha calado en los árbitros: si te equivocas a favor del Real Madrid, vas la nevera. Y Texeira Vitienes, cántabro como Pérez Burrull y como su jefe, Sánchez Arminio, no está dispuesto a pasar frío. Por eso perdonó la expulsión a Lafita y a Zé Castro, por sendas entradas de juzgado de guardia a Gago y a Higuaín (ni tarjeta amarilla ni, en el caso del portugués, falta) en la primera media hora del partido. Y por eso perdonó un penalti de Lopo a Higuaín en el minuto 43 (poco antes también había perdonado una mano de Manuel Pablo al borde del área). Es un hecho innegable que al Real Madrid todavía le queda mucho para funcionar como una máquina engrasada, pero si encima se topa con un árbitro como éste la misión es poco menos que imposible.

El partido estaba atascado desde el primer segundo. Los de Juande le ponían ganas y presionaban sin desmayo a la línea de creación del Deportivo, pero faltaban las ideas. Las únicas que había eran las de Valerón, quien de tarde en tarde destapaba el tarro de las esencias (a un pase genial del canario no llegó Bodipo, solo ante Casillas, de puro milagro). El panorama se aclaró un tanto de forma casi inesperada: en el minuto 40, Robben botó un córner en corto, Lass mandó el balón a la olla y Raúl lo peinó con la cabeza, para batir a un impotente Munúa.

Casillas, siempre Casillas

La segunda mitad no fue muy distinta de la primera, si exceptuamos que las aproximaciones del Deportivo al área madridista fueron más peligrosas. En el minuto 59, Filipe largó un zurdazo desde una treintena de metros y el balón se estrelló en el larguero. En el 68, el zurdazo fue de Lafita, pero ahí estaba la figura de Casillas, inmensa, como siempre, para despejar a córner. Del Real Madrid no había la más mínima noticia en ataque. Y cuando la había, ahí estaba Texeira Vitienes, quien en el minuto 83 marcó un increíble fuera de juego de Robben, cuando el holandés se disponía ya a fusilar a Munúa (de hecho, lo hizo con una vaselina que acabó en el fondo de la red).

Este Real Madrid empieza a ser un poco como la Armada Invencible: lucha en circunstancias poco propicias y encima sufre la cólera de los elementos. En este caso el elemento tenía nombre y apellidos: Fernando Texeira Vitienes.

Ficha técnica

Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Heinze; Robben, Lass, Gago, Snejider (Van der Vaart, 62’); Higuaín (Huntelaar, 71’) y Raúl (Drenthe, 71’).

Deportivo: Munúa; Manuel Pablo, Lopo, Zé Castro, Filipe; Verdú, Antonio Tomás, De Guzman (Juan Rodríguez, 81’); Lafita (Mista, 81’), Bodipo (Riki, 37’) y Valerón.

Gol: 1-0 Raúl (40')

Árbitro: Texeira Vitienes (Comité Cántabro). Perdonó la expulsión a Lafita, por una brutal entrada a Gago en el minuto 4, y a Zé Castro, en el minuto 23, por una entrada salvaje a Higuaín. Sacó la tarjeta amarilla a De Guzman (9’), Cannavaro (70’), Lass (70’), Pepe (79’) y Antonio Tomás (80’).

Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu, casi lleno.