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Los blancos se juegan su supervivencia en la Champions y sus esperanzas de seguir en la pelea por la Liga en siete días frenéticos en los que se verá las caras con dos duros rivales en el torneo doméstico: Atlético y Athletic Club, y en donde deberá remontar un 0-1 adverso ante el Liverpool, allí, en Anfield.
Para comenzar esta dura travesía, el Madrid se mide esta noche al Atlético en un derbi más igualado de lo que la clasificación y la distancia de puntos dice. Los colchoneros llegan eufóricos tras su triunfo ante el Barcelona, y aunque llevan una década sin ganar en el Bernabéu, están totalmente confiados de romper esa mala racha esta noche de una vez todas. Y a los blancos les va la vida. Sólo les vale ganar o ganar si quieren seguir con su espectacular persecución al Barça.
Tras el derby, la Champions ocupará todo el protagonismo en el equipo. Sólo 72 horas después, el próximo martes, los blancos deben darle la vuelta a una eliminatoria que se puso muy cuesta arriba con el gol de Benayoun en el Bernabéu. Ni el cansancio ni el rival serán excusas. Son cuatro años cayendo en octavos y el equipo sabe que no puede sumar otro fracaso europeo.
EL ATHLETIC, RIVAL TRAMPA PARA LOS BLANCOS
Por último, esta semana vertiginosa acaba el próximo sábado 14 en San Mamés. El Madrid tiene una complicada salida al feudo del finalista copero, que aunque está clasificado ya para Europa (Al ser el Barcelona su rival en la final), aún no tiene asegurada su permanencia en Primera y los de Caparrós querrán cerrarla cuanto antes para centrarse de lleno en un partido que no disputan desde hace 25 años.
A ello, habrá que añadir el cansancio blanco y su estado anímico, que variará bastante según los resultados que haya obtenido en los dos encuentros anteriores, ante el Atlético y el Liverpool.
Tres partidos en siete días. Y sólo vale una cosa: ganar. Emociones fuertes esperan al madridismo, y todo, en apenas una semana.
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