Juande se va tocando los dos extremos

Ha pasado del cielo al infierno





El manchego llegó el pasado nueve de diciembre como una solución de emergencia tras la sangría a la que estaba siendo sometido el equipo en manos de Schuster. Los principios no fueron fáciles, pues al día siguiente de su presentación tuvo que jugar ante el Zenit en Champions, y cuatro días después, ante el Barcelona en el Camp Nou. El primero se ganó, pero el segundo se perdió y el Madrid se quedó a doce puntos del liderato en la Liga, la máxima diferencia en lo que iba de campeonato.

Sin embargo, lejos de venirse abajo, el manchego trajo aires renovados al vestuario merengue y se remontó el vuelo en la Liga, hasta el punto de que se llegaron a recortar ocho puntos al Barcelona y se completó casi una vuelta entera sin perder y con solo un empate. Se perdió ante el Liverpool en la Champions -una gran decepción para el madridismo-, pero gracias a estos resultados en Liga, se batió el récord histórico del Madrid de victorias consecutivas fuera de casa, y el de la mejor racha (que databan de la temporada 1960-61), y se quedó a tres puntos de igualar la mejor segunda vuelta del Real Madrid tan sólo.

SE IGUALÓ LA PEOR RACHA DE RESULTADOS DE LA HISTORIA DEL CLUB

Únicamente el Barcelona, diecinueve partidos después, consiguió que el conjunto blanco hincara la rodila con un 2-6 ruborizante que bajó a Juande, y a todos los jugadores, al infierno desde el cielo en el que estaban a punto de entrar. Y es que tras la derrota ante el conjunto culé, los hombres de Juande no han vuelto a ganar un partido y han conseguido igualar la peor racha histórica del club con cinco derrotas consecutivas, algo sólo visto con Queiroz en el banquillo.


Pero además de los resultados, el manchego ha abandonado Madrid enfrentado con algunos jugadores merengues, con las críticas a cuestas por la poca delicadeza con algunos suplentes en el último tramo del campeonato, y un mes antes de que termine su contrato por la llegada de la nueva directiva, lo que ha terminado de empañar la labor del manchego en el Madrid después de estar a punto de alcanzar el liderato que hace sólo seis meses parecía una utopía. Juande, al igual que Capello, se va tocando los dos extremos, pero esta vez el vino malo tocó al final del banquete.