En esta primera vuelta, el calendario no ha sido nada benigno con el Real Madrid, ya que el conjunto blanco ha tenido que jugar en probablemente los tres campos más complicados de la Liga (Sánchez Pizjuán, Campo Nuevo y Vicente Calderón). Unos estadios a los que el sábado se unirá el de Mestalla, con lo que los de Pellegrini ya habrán visitado los feudos de los tres primeros equipos clasificados.
Sin embargo, el precio que el equipo está pagando por tener estos enfrentamientos tan duros al principio de curso es que se encuentre a remolque del Barcelona en la Liga. Las únicas derrotas del equipo en esta Liga hasta el momento llegaron en Barcelona y Sevilla, por lo que ahora el Real Madrid es segundo a cinco puntos de los culés (que tienen un partido más). Por ello, una nueva derrota en Valencia podría implicar que las distancias con el Barça aumentaran preocupantemente.
No hay que olvidar que los blaugranas juegan esta jornada en casa ante el Espanyol, en lo que se presume un derbi muy desigualado. Los periquitos son decimocuartos en la tabla y parece que no están capacitados de repetir el 1-2 de la temporada pasada o el "Tamudazo" de hace tres años. En consecuencia, un mal resultado en Mestalla implicaría estar a unos previsibles ocho puntos de Barcelona con un partido menos, unas distancias ya muy serias para estas alturas de temporada.
En cambio, la victoria en el feudo ché supondría cerrar esta serie de complicadas visitas de la primera vuelta con el equipo inmerso en la lucha por el título. En la segunda etapa del torneo el Real Madrid recibirá en el Santiago Bernabéu a sus rivales más directos (Sevilla, Barcelona y Valencia), por lo que ganar ante los de Emery es clave para que el equipo tenga más fácil en el futuro el recuperar el terreno hasta ahora perdido.
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