El centrocampista madrileño ni siquiera fue titular, pero bastó una acción en el minuto 28 de la primera parte en la que Higuaín vio una amarilla por protestar una falta que Undiano le señaló para que Guti demostrase su estado de nervios. Hay que tener en cuenta que el partido de Málaga se presume el último con la camiseta blanca para el jugador de Torrejón, por lo que este condicionante, unido a la tensión de estar jugándose la Liga provocara que el futbolista protestara desde el banquillo. Unas quejas que llamaron la atención del linier que estaba en ese momento en las proximidades y del propio colegiado, quien al final acabó por amonestar al canterano merengue.
Sin embargo, lejos de calmarse, Guti continuó protestando airadamente, lo que provocó que el delegado del equipo Miguel Porlan 'Chendo' le pidiera que se relajara. A raíz de ello los dos se encararon levemente, una acción que no pasó a mayores gracias a que el Mahamadou Diarra estuvo rápido y se apresuró a separarles. Posteriormente, Guti entraría en el partido para disputar probablemente los últimos minutos de su carrera como madridista, aunque ya no dio más muestras de estar fuera de sí.
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