El central luso ha vivido un calvario de lesiones en este periodo, ya que el 13 de diciembre de 2009 se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha tras un mal apoyo en el partido disputado en Mestalla ante el Valencia. A partir de ahí, Pepe trabajó duramente para intentar llegar a tiempo al final de Liga, una circunstancia que no consiguió pero que le permitió estar a tope para la disputa del Mundial de Sudáfrica.
En el continente africano el madridista fue uno de los pilares de la Portugal eliminada en los octavos de final por España, si bien evidenció cierta baja forma tras el más de medio año en el dique seco. Por eso, la pretemporada con el club blanco se presentaba como clave para su total recuperación, pero el 7 de agosto se volvió a lesionar, estar vez con una rotura fibrilar en el sóleo que sufrió en el partido ante Los Angeles Galaxy de la gira norteamericana. Desde entonces no ha vuelto a enfundarse la camiseta blanca, por lo que la casi segura llamada de Mourinho para el encuentro ante el Osasuna promete ser un momento muy importante en la carrera del internacional portugués.
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