 |
Porque ante el Tottenham se vivió en el estadio madridista un ambiente más ‘futbolero’ del que se suele vivir en otros partidos. Con un lleno hasta la bandera (aunque el estadio no presentara ese aspecto hasta instantes antes de que empezara el partido), la afición que poblaba las gradas, consciente de lo que se jugaba el equipo, y empujada también por los cánticos de los Ultra Sur, hizo un esfuerzo extra para animar a su equipo.
Bien es cierto que esas muestras de apoyo no se hicieron extensibles a los 90 minutos que duró el equipo. Pero al menos pudo verse que el Bernabéu ya ha encontrado en el terreno de juego a un guía espiritual al que seguir: José Mourinho. Él fue el que instó a los aficionados a que animaran a su equipo en este momento tan complicado. Y gracias a ese llamamiento, hoy se puede decir que el Madrid está más cerca de alcanzar las semifinales de la Champions después de ocho años de travesía por el desierto en Europa.
DEJA TU COMENTARIO