Y es que el Barcelona había tomado la delantera al Madrid en lo que al tapete de Mestalla se refiere porque la hierba estará muy cortita, algo que facilita el juego de toque del conjunto culé. Sin embargo, la posibilidad de regar o no el césped fue algo que se decidió esta misma mañana en una reunión a la que acudieron los delegados de ambos equipos, Chendo por parte del Madrid, y Naval por parte del Barcelona, junto con el árbitro del partido, Undiano Mallenco.
Al no haber una legislación propia para el regado o no del campo, Mallenco utilizó el sistema que se utiliza en la Champions, es decir, preguntar a ambos equipos si querían que el campo se regara o no. El Madrid dijo que no (órdenes de Mourinho) mientras que el Barcelona sí estaba dispuesto a hacerlo, de ahí la reacción con no muy buenas formas del delegado culé. Éstos esperaban tener el tapete a su gusto y sólo estará al 50% de lo que pedían…salvo que le dé por aparecer a la lluvia. De esta forma, al no haber acuerdo entre los equipos, Mestalla no se regará. Minipunto, en este caso, para Mou y los suyos.
Así se tomó la decisión de no regar Mestalla:
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