Días antes de que el ariete brasileño prolongará su contrato con la entidad brasileña, varios emisarios del club madridista, responsables del Santos, el propio jugador y su agente, se reunieron en Brasil. El plan estaba claro, el Madrid quería cerrar el fichaje del jugador para la temporada próxima y su objetivo era hablarlo con las partes implicadas de tú a tú.
El cuadro blanco quería al jugador para el próximo verano, tras disputar este los Juegos Olímpicos con la selección canarinha en Londres. Pero en la reunión hubo un invitado de excepción. A través del manos libres, el propio Florentino Pérez se quiso poner en contacto con Neymar y dejarle las cosas claras. El máximo representante del Real Madrid advirtió al jugador que su llegada al club merengue implicaba trabajo, esfuerzo y lucha por ganarse el puesto en el equipo, vamos, que nadie le iba a regalar nada. Palabras que asustaron a Neymar.
La reunión continuó, pero el brasileño parecía temeroso ante el reto de ser uno más en un vestuario lleno de cracks. Estas palabras de Florentino Pérez pudieron hacer mella en el futbolista hasta tal punto que decidió dar marcha atrás y no aceptar el órdago merengue, renovando con el Santos.
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