Rosell sigue empeñado en basar su discurso en la mentira y en la hipocresía. Aprovecha la mínima, para seguir mostrándose indignado por la acción de Pepe, algo que no hizo el año pasado cuando sus jugadores mostraron actitudes racistas en el Santiago Bernabéu. Esos valores de los que siempre presume el dirigente azulgrana, desaparecieron por completo durante aquellos días.
Rosell reconoce que si se llegaron tomar medidas contra Pepe: "Claro que nos planteamos denunciar lo de Pepe. Cuando ves acciones así, es normal. Luego, más fríamente, decidimos no hacerlo. Es una decisión consensuada entre el club, el cuerpo técnico y los jugadores", aseguró el presidente del Barça.
Por su parte, Toni Freixa, portavoz del club e inventor del "mucho morro"considera que el Barcelona poco tiene que hacer en éste asunto: "Nosotros somos una víctima. Desde el club entendemos que el comité tiene razones para actuar."
Bajo el amparo de una prensa que protege cualquier actuación culé, el Barcelona se ve cada día más fuerte en hacer y decir lo que le venga en gana sin temer a las consecuencias.
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