El conjunto blanco había perdido el esférico en los choques recientes, así que Mourinho se decidió por cambiar el planteamiento. En consecuencia, la doble mediapunta con Kaká y Özil compartiendo las tareas de creación ha dejado sitio para un trivote con Lass, Khedira y Xabi Alonso. Fuerza sobre calidad, con el objetivo de recuperar el balón y potenciar la brega en un partido que se presuponía de lucha y trabajo. No en vano, el Villarreal se presentaba el encuentro al borde de los puestos de descenso a Segunda División, un elemento que contribuía a potenciar el peligro que presentaba.
Cabe reseñar que el técnico ha recurrido a esta variante táctica siempre que ha considerado que el equipo se enfrentaba a un equipo especialmente complicado. El trivote ha sido un recurso muy empleado por el Real Madrid las veces que se ha tenido que medir al Barcelona, así como en la última Copa del Rey cuando tuvo que defender en la Rosaleda el 3-2 logrado en el Santiago Bernabéu. Por eso, no es de extrañar que esta vez haya vuelto a recurrir a él, especialmente después del pinchazo sufrido por el equipo en el partido del pasado domingo ante el Málaga.
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