La plantilla del Real Madrid se encuentra desde este lunes en Múnich a la espera de que comience el partido de semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern. Los blancos disfrutaron de un viaje plácido a la ciudad alemana durante dos horas y media. Un viaje que, una vez más, reflejó el buen ambiente que existe en la plantilla. Los 1.400 kilómetros recorridos se pasaron volando, nunca mejor dicho, y el equipo sobrevoló la península, los Pirineos, Toulouse, Lyon, Ginebra y Zúrich antes de aterrizar en su destino. En el Allianz Arena, no habrá un momento para la calma, sino noventa minutos de tensión de los que el Madrid debe salir con medio billete hacia la final.
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