Puede que fuera casualidad, pero no cabe duda de que a más de uno le sorprendió ver a Modric siguiendo precisamente ese partido de balonmano en el pabellón Copper Box de la capital inglesa. Croacia venció a España por 30-25, pero seguro que a Modric esa pequeña alegría sólo le duró un rato.
Y es que el croata permanece atento a los movimientos del mercado, a la espera de que el Tottenham y el Real Madrid lleguen a un acuerdo para su traspaso. Un quebradero de cabeza en el que ya no tiene nada que hacer, simplemente tener paciencia.
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