El conjunto lombardo trabajó durante todo el mercado estival para contentar a sus fans, pero las exigencias del Real Madrid y el elevado sueldo de Kaká, impidieron que la operación se llevara a cabo. Florentino Pérez quería unos 15 millones de euros y Galliani sólo contemplaba una cesión, por lo que el negocio resultó imposible.
Además, Mourinho no puso al brasileño en ningún momento en ‘venta': "Estoy seguro que Kaká acabará aportando y ayundando al equipo durante la temporada". Durante los primeros partidos, ni siquiera apareció pero en el último mes ha tenido bastante protagonismo.
El Milan continúa llamando a la puerta, pero se ha encontrado de nuevo con la negativa blanca. Ni siquiera una cantidad cercana a los 15 ‘kilos' haría que el mediapunta se marchara. Mourinho le quiere en el Madrid al menos hasta final de temporada.
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