Robinho se desconecta

El brasileño, aislado







Robinho está físicamente en Irdning pero su mente no. El brasileño, que viajó finalmente a tierras austriacas por imposición del club, causando baja de última hora en la convocatoria brasileña para los JJ.OO, se entrenó al margen del grupo ayer y sólo trabajó en el gimnasio recuperándose de la osteopatía de pubis que sufre. Pero su lesión, más que física, es de cabeza. El diez blanco pasa por sus peores momentos desde que es jugador del Real Madrid. Y a pesar de que a la prensa le contesta que se encuentra bien cuando se le pregunta por cómo está, su tono de voz no denota lo mismo. Además, ha decidido no hablar con la prensa y no concede entrevistas. Síntoma de que no está tan bien como él mismo comenta.

Aunque sus compañeros, sobre todo Baptista y Pepe, intentan apoyarle y darle ánimos, el rostro del brasileño denota que está atravesando una mala época. Robinho quiere marcharse al Chelsea y el club no le quiere vender a menos que Ronaldo sea traspasado al Madrid. A esta contratiempo se le suma su ausencia en los Juegos de Pekín, cita que le hacía mucha ilusión, y su lesión: una osteopatía de pubis que le hace trabajar al margen del grupo. El paso de los días nos irá mostrando la evolución del brasileño, pero de momento, el inicio de la pretemporada está siendo un martirio para Robinho.

PESE A LA TRISTEZA, NO DEJA DE LADO A SUS FANS

Robinho salió de los vestuarios del campo de entrenamiento del Madrid directamente hacia el gimnasio. Mientras sus compañeros sufrían las primeras palizas de la pretemporada, el crack comenzaba la recuperación de su lesión. Pero aún así, siempre tiene un momento para sus incondicionales y a la salida del gimnasio para regresar al vestuario se detuvo ante un niño que presenciaba el entrenamiento y le firmó un autógrafo. El madridista está en horas bajas, pero siempre tiene un gesto para sacar una sonrisa a un aficionado y darle una alegría.