Y ese es precisamente su problema. Es tan bueno como frío, y tiene la misma capacidad para hacer media hora excepcional como para desaparecer durante los siguientes 60 minutos de juego. Su irregularidad le ha llevado a quedarse bastante estancado en el último año.
Dinamarca entera esperaba que Eriksen explotara en la pasada Eurocopa, pero apenas apareció y su participación resultó un completo fiasco. Es cierto que sólo tiene 20 años-debutó con la camiseta del Ajax con 17- y que es pronto para juzgarle, pero da la impresión que su evolución ha quedado un tanto parada.
Pese a todo, cuando tiene el día, es un jugador distinto, con una tremenda calidad, muy al estilo del prototipo de centrocampista español actual, y que puede aparecer por todo el frente de la mediapunta. Además, sus números goleadores no son nada desdeñables. Sólo le falta, mucha más regularidad.
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