Toca ver si hay cristianodependencia

El Real Madrid juega esta tarde-noche en Pamplona sin su jugador más en forma, Cristiano Ronaldo.





Con Casillas pero sin Cristiano Ronaldo. Con tan poquito, y a la vez tanto, se puede resumir gran parte de lo que será el Real Madrid en el partido de Pamplona. Una plaza no apta para figuritas de porcelana, en la que la pierna dura, los choques, los golpes y los encontronazos han estado, están y estarán al día cada vez que juegue allí el equipo madridista. Cuestión de tradición, y ésta tiene ya mucho kilometraje.

Posibles Alineaciones:

Osasuna: Andrés Fernández, Damiá, Arribas, Flaño, Marc Bertrán, Puñal, Timor, Cejudo, Loe, Armenteros y Llorente.


Real Madrid: Casillas, Essien o Coentrao, Carvalho, Varane, Arbeloa, Xabi Alonso, Khedira, Özil, Di María, Callejón o Higuaín y Benzema.

Árbitro: Clos Gómez

Estadio: Reyno de Navarra

Hora: 20.00 (Canal Plus Liga y Gol TV)

La baja de Cristiano Ronaldo para este partido es un verdadero quebradero de cabeza para Mourinho. No porque no le pueda suplir, que lo puede y debe hacerlo, sino porque no hay otro Cristiano en el Real Madrid. Como tampoco lo hay en el mundo, bien es cierto. Actualmente, el delantero portugués se ha convertido en un 60-70% de lo que es el conjunto blanco, y sin esa arma: doblete ante la Real Sociedad en el inicio del 2013, y hat trick frente al Celta en la vuelta de los octavos de Copa del Rey, el Madrid pierde mucha capacidad de fusilamiento. Que Benzema, Di María o Higuaín, por nombrar a otros, no son mancos es verdad. Pero que ninguno está al nivel de Cristiano, también.

Con la Liga muy complicada en lo que se refiere a la posibilidad de repetir el triunfo del pasado curso, lo cierto es que el madridismo empieza a ver este tipo de partidos como ese aperitivo que da paso al gran de la comida. O lo que es lo mismo, que la Copa, y el doble enfrentamiento de Copa parece tener mejor sabor y olor que este encuentro en Pamplona. Eso sí, el Madrid tiene que tener muy claro que dejarse ir en la Liga sería un pecado mortal, de los que su gente, exigente por antonomasia, no olvidaría. La batalla de Pamplona se sirve con menos color por la ausencia de Cristiano, pero con la imperiosa necesidad por parte de los blancos de demostrar que fuera del Bernabéu el equipo que viste de blanco, azul o verde, según corresponda, también es el Real Madrid.