Ya ni siquiera vale la excusa de los árbitros para justificar el tremendo varapalo recibido ante los madridistas en apenas 45 minutos. El Madrid se puso las ‘pilas' y demostró ser muy superior al conjunto de Valverde.
Así, si tras el partido de ida, en el vestuario ché había esperanzas de darle la vuelta a la eliminatoria, los últimos acontecimientos han convertido la remontada en poco menos que un milagro.
Parece casi imposible que el Valencia marque 3 goles y el Real Madrid no haga ninguno. En el fútbol todo es posible, pero ya sabemos que los milagros ocurren una vez en la vida.
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