Cuando comienza el verano hay frases y palabras que son inherentes a éste: playa, piscina, calor...y fichajes. El mundo del deporte, y el del fútbol en particular, no puede vivir un verano sin hablar de fichajes y posibles contrataciones. Este verano no ha sido una excepción. Eran muchos los fichajes que parecía se iban a realizar en el mercado, sin embargo, salvo excepciones, ninguno de ellos ha llegado a buen puerto por unas u otras razones.
Si hay que hablar del principal nominado a abandonar su "academia" este no era otro que Cristiano Ronaldo. El portugués, aunque no todo lo claro que debería, dejó entrever que dejaría el Manchester para fichar por el Real Madrid, sin embargo, a día 30 de julio las cosas siguen como hace un mes. Hasta el punto de que el Real Madrid tiene el plan B (con Villa, Van Der Vaart y Diego) encima de la mesa porque el tema del portugués se complica por momentos.
Cristiano, Figo, Adebayor, Mutu y...Etoo
Cristiano Ronaldo es el mayor ejemplo pero, ni mucho menos, el único. Son muchos los jugadores que, parecía, iban a dejar sus respectivos equipos pero no ha sido así. Luis Figo, jugador del Inter de Milán, tenía pie y medio fuera del equipo italiano por sus discrepancias con el técnico, Mancini, sin embargo, Mancini no continuó y la llegada de Mourinho le volvió a abrir la puerta a su compatriota, Figo.
Al igual que Figo, Gattuso también tenía muchas opciones dejar su equipo, el Milán, por el Bayern de Munich. Finalmente, el italiano se quedará y, además, como premio, será el capitán del equipo.
Otros nombres como Lampard o Mario Gómez, cuyo máximo interés era dejar sus equipos, Chelsea y Sttutgart, respectivamente, no se han movido. Lo mismo sucede con Adebayor o Mutu que, pese a contar con importantes ofertas, no han podido salir del Arsenal y la Fiorentina, respectivamente.
El caso más sangrante ha sido el de Samuel Etoo. El camerunés, descartado por su entrenador, ha sido ofrecido a media Europa. Se hablaba de Chelsea, Milan o Inter como destinos para Etoo, sin embargo, la realidad ha sido bien distinta. Ningún equipo europeo ha mostrado interés en su fichaje y, salvo sorpresa, Guardiola tendrá una bomba de relojería en su vestuario.
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