 |
El Real Madrid llegaba a Almería con la misión de repetir lo que sólo consiguió en su primera salida en lo que va de temporada. El equipo blanco había encajado goles en todos y cada uno de los encuentros a domicilio del curso, tanto en España como en Europa. Desde que el pasado 26 de agosto los blancos lograran vencer por 0-1 en Granada, Diego López y Casillas siempre habían tenido que recoger el balón del fondo de la red. Pero llegó la visita a Almería y el Real Madrid recuperó una muy buena tradición: la de no encajar goles.
El equipo de Carlo Ancelotti se presentaba en el Estadio Juegos del Mediterráneo con numerosas bajas tanto en defensa como en la famosa zona del ‘equilibrio’, parafraseando al míster italiano. Varane, Coentrao, Marcelo y Khedira no estaban disponibles para el técnico, que hubo de improvisar una defensa con Arbeloa de lateral izquierdo. Pero a pesar de las dificultades, la zaga madridista y Diego López lograron evitar que el Almería aumentara la racha de siete salidas consecutivas encajando goles.
El conjunto madridista había logrado mantener su puerta a cero por última vez hacía casi tres meses, el 26 de agosto en el Nuevo Los Cármenes de Granada. Y desde entonces Villarreal, Elche, Levante, Barcelona y Rayo Vallecano en Liga y Galatasaray y Juventus en Liga de Campeones habían conseguido perforar la meta merengue. Por fin, el Real Madrid acabó con el suplicio. Ahora sólo toca demostrar que esto no es flor de un día y que el trabajo para no encajar está dando realmente sus frutos.
DEJA TU COMENTARIO