Al Madrid se le escapa un partido 'raro' en Rusia y sigue el gafe

El Real Madrid de Baloncesto perdió en un ajustadísimo partido ante el CSKA (60-55)

El Real Madrid de Baloncesto siguió con un triple gafe que sigue perdurando en sus visitas a Moscú. No pudo sumar más allá de su récord de 13 victorias consecutivas. Lo mismo que le ocurrió en 2014. El otro gafe sigue para Pablo Laso (que no consigue ganar en Rusia) y para el equipo que sigue sin vencer desde 2008 en el Megasport Arena.

El Real Madrid se medía al CSKA de Moscú en uno de los duelos más esperados de la Euroliga. Decepcionó, claramente, por el tímido resultado. Los grandes alicientes pasaron por los regresos de Sergio Llull y Gabriel Deck, recuperados de sus lesiones, y por ver a Felipe Reyes superando los 3.000 puntos en la Copa de Europa. Lo logró con un buen ‘chof’ desde la línea de 6’75. Otro gran aliciente era ver si se conseguía superar la barrera de los 13 triunfos consecutivos que no se consiguió superar en 2014. Ahí los blancos no lograron cumplir.

El partido fue un auténtico ‘bodrio’, de esos en los que un detalle lo puede decidir todo. Mucho más cartel de lo que ocurrió en la pista del Megasport Arena. El primer cuarto terminó 14-21 con Trey Thompkins y Facundo Campazzo como mejores jugadores de los de Pablo Laso. Entremedias ya se habían producido los regresos de Llull y Deck en la cancha moscovita. Al descanso se terminó yendo con ventaja el Real Madrid (26-33) y en el tercer cuarto llegó el despropósito.

Si el primer tiempo terminó con un marcador aceptable, el tercer cuarto acabó casi sin pena ni gloria con un 43-43 que reflejaba la máxima igualdad en pista. Al Real Madrid se le seguía resistiendo Rusia y desde el 2008 no conseguían ganar. En especial a Pablo Laso que no ha vencido jamás al cuadro ruso en su feudo.

En el último cuarto, dónde se decidía todo el ‘turrón’, el Real Madrid tenía que forzar un tiempo muerto tras ver el primer parcial (4-0) en favor del equipo escandinavo. En marcadores cortos convenía estar en alerta ya que cualquier despiste podía desequilibrar la balanza. Es lo que sucedió con Hilliart para desequilibrar la balanza y seguir con el ‘gafe’ de Moscú con el 60-55 que marcó el electrónico al final del encuentro tras llevar una ventaja de 12 en algunos momentos del duelo.




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