A cuartos de la manita de Bussaca

El colegiado suizo cambió el choque con sus decisivas intervenciones

Momento de crisis para el Barcelona, el equipo está al borde del precipicio que supone caer eliminados en la Liga de Campeones. Pero en ese momento tan importante, emerge la mano del colegiado para 'agarrar' a los culés y llevarles hasta la victoria, clasificándolos con una sorprendente facilidad cuando hacía unos instantes se veían prácticamente fuera.

Esto es algo que en las últimas temporadas viene sucediendo de manera reiterada. El último, el suizo Massimo Bussaca con su actuación este martes, pues sin él, quién sabe dónde estaría ahora mismo el equipo de Guardiola. Una expulsión a Van Persie por segunda amarilla, motivada por chutar a puerta cuando el holandés no había oído que la jugada estaba invalidada, descompuso al Arsenal cuando más asustado estaba el Camp Nou. Lógico, el marcador se situaba en 1-1 y el conjunto londinense daba la sensación de poder sentenciar la eliminatoria a la contra.

A partir de ahí, vendaval de fútbol azulgrana. El Arsenal, con diez, se convirtió en un equipucho incapaz de defenderse ante las acometidas culés. Así llegó el 2-1 de Xavi y el 3-1 de Messi, este último gracias a otra ayudita de Bussaca por un penalti muy 'light'. Tal y como pasara hace dos años con el colegiado de infausto recuerdo Ovrebo (aquel que omitió cuatro claros penaltis a favor del Chelsea en su choque de vuelta de semis ante el Barça), el Barcelona pasaba la eliminatoria sin despeinarse y debiéndole una palmadita en la espalda al colegiado.

Pero no siempre estas manos arbitrales sirvieron para meter al Barça en la siguiente ronda. Sin ir más lejos, la temporada pasada, una simulación de agresión de Busquets le costó a Thiago Motta dejar con 10 a su Inter durante una hora en el Camp Nou. Objetivo: marcarles dos goles. Al final solo pudo ser uno y el conjunto blaugrana quedó eliminado y tuvo que tirar de aspersores para evitar que Mourinho y su cuadrilla disfrutaran del triunfo. Y es que, no siempre los árbitros pueden hacer todo el trabajo.



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