Otro ‘capricho’ made in Messi

El culé quiere jugar con Argentina y Guardiola parece apoyarle

La nube en la que los aficionados culés colocan a Messi en los últimos años, siempre encuentra nubarrones de tormenta cuando aparece sobre el frente la selección Argentina. El extremo barcelonista sabe que la Federación de su país y el FC Barcelona han entablado numerosas reuniones en meses previos para evitar la sobrecarga de minutos y viajes de la Pulga, pero su corazón se baña en albiceleste y no deja de reflejarlo cuando la situación así lo exige.

Le 'tira' Argentina

Lionel ha sido motivo de disputas entre ambas partes y antes de las Olimpiadas de este pasado verano, el punto álgido de esas discusiones le pudo dejar sin medalla de oro. Estuvo en Pekín pese a que el Barcelona tuvo la última palabra y, al menos según confirmaron por aquél entonces, Laporta y sus hombres habían logrado que aquella participación fuera el final de la llamada de su estrella a partidos amistosos.

Sin embargo la realidad ha dejado ver todo lo contrario. Messi no acepta ser un ‘conejillo’ de indias y no tolera que el Barcelona le impida ponerse la camiseta que más quiere y por la que es capaz de enfrentarse a cualquiera (como hizo estos días con Alfio Basile). Por ello, ha vuelto a las andadas y, pensando en la próxima convocatoria de la selección de Diego Armando Maradona, se ha dejado caer como candidato.

Sin tapujos

“Hay gente que dice que yo no quiero ir a la selección, que no me interesan los amistosos. Eso hubo que armarlo cuando no me dejaban ir a los Juegos Olímpicos. Pero creo que, en febrero, contra Francia, si Diego me cita, iré”, dijo sin tapujos el argentino.

Además, (y aquí viene lo más llamativo), es que mientras su directiva reúne cábalas para poder evitar sus ausencias, el jugador se respalda en su técnico: “Conversar con los dirigentes es mucho más difícil. Pero Pep es muy comprensivo y al haber sido jugador...Soy consciente de que en la selección no soy el mismo del Barça. Lo hablé con Guardiola y me dio el O.K. para estar con la selección”, concretó.

No será el último capítulo de esta irrisoria historia de colores y luchas internas, pero para Messi la batalla está más que definida.



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