Pérez Lasa se vistió de azulgrana

El colegiado vasco se encargó de hundir al Numancia en los momentos clave del partido. Los sorianos dieron la cara en todo momento. El Barça necesitó de la ayuda arbitral para acabar con su bestia negra.

En una semana en la que Pérez Burrull había copado todo el protagonismo del planeta fútbol, otro colega suyo, con el que comparte apellido, el amigo Pérez Lasa del colegio vasco (no hace falta decir nada más, que diría el señor Schuster) se sacó de la chistera una falta hipotética o, mejor dicho, inexistente, porque las hipótesis se basan en una serie de premisas verdaderas, por la que anuló un tanto del Numancia cuando el resultado era de 0-0. Y eso que corría el minuto 17, si llega a ser en el 90, no sólo lo anula sino que amonesta al jugador del Numancia por marcar. Increíble.

Un Barça soso y excesivamente sobón de la pelota no pasaba apenas del centro del campo. Un Numancia basado en el orden que le permiten sus limitaciones, fiaba todo a una contra con Goiria como islote en la delantera. En estas apareció Barkero que sacó la escuadra y el cartabón para habilitar a Del Pino cuyo impoluto cabezazo, a pesar de la oposición de Iniesta, acabó besando, primero la escuadra y, posteriormente, la red de la portería de Valdés. “0-1” debieron creer los sorianos. “Imposible, no puede ser, inconcebible”, debió pensar Pérez Lasa. El pinganillo conectado a la sede de la RFEF en Las Rozas debió bramar con tal magnitud que Pérez Lasa no supo qué pitar. Mejor dicho, no sabía el por qué, pero tenía claro que debía anular ese gol de todas las maneras. Dicho y hecho. Adiós al tanto numantino y vuelta al empate de rigor. ¿Nevera para el señor Lasa?, pregunta ingenua pensarán algunos. Esta decisión le hace inmune al frío, al menos, durante un añito.

Con el Numancia atracado, el Barcelona siguió a lo suyo. Mucho toque. Demasiado. Un Numancia valiente, escaso de técnica, pero con mucho amor propio mantenía a raya a Messi y compañía. El argentino se perdía en excesivos regates que desesperaban a sus propios compañeros que se veían impotentes ante la falta de pase de su compañero, empeñado en hacer la guerra por su cuenta.

Pese a todo, el gol tenía que llegar antes o después. Por lo civil o lo criminal, pero el Numancia era carne de defunción. Un pase en largo de Xavi encontró como destinatario a Alves que, en claro fuera de juego, cedió a Messi para que éste anotara el primer tanto del partido. Pérez Lasa había hecho bien su trabajo. Apunta a colegiado para la final de Copa del Rey. Poco después, más de lo mismo. Balón interior a Etoo que, en posición muy dudosa, hacía el segundo. Ante la duda, mejor no pitarlo por lo que pudiera pasar, debieron pensar Pérez Lasa y su árbitro asistente.

DOS REBOTES, DOS GOLES

Los sorianos heridos, pero no muertos, tiraron de orgullo. Barkero se reencarnó en el Maradona del País Vasco y limpió las telarañas de la portería del Barcelona en un tiro libre que en el Camp Nou no veían desde que le cerraron la puerta a la sonrisa brasileña de Ronaldinho.

Pero el guión estaba escrito. El Numancia no podía sacar nada del Camp Nou y hasta los posteriores goles de Henry (tras rebotar en un defensa) y de Messi (tras rebotar en el portero del Numancia) destacaron por la antítesis de la belleza. Incluso, tras el tanto del argentino una fase de la iluminación del estadio se desplomó. Goles poco vistosos debió pensar. O enfado por un atraco a un equipo humilde. También puede ser, nunca se sabe. Lo que vio todo el mundo es que este Barça sólo pudo deshacerse del Numancia a base de regalos y rebotes aunque siga mirándose al ombligo como si nada.

Ficha técnica:

Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Touré, Xavi (Hleb 82'), Iniesta (Bojan 79'); Messi, Henry (Busquets 74') y Etoo

Numancia: Juan Pablo; Juanra, Boris, Palacios, Ortega, Bellvís; Nagore (Gorka 76'), Dimas; Del Pino, Barkero (Quero 77'); Goiria (Aranda 63')

Goles: 1-0 Messi (48’), 2-0 Etoo (52’), 2-1 Barkero (68’), 3-1 Henry (71'), 4-1 Messi (75')

Árbitro: Pérez Lasa (colegio vasco). Amonestó a Dimas, Xavi, Palacios, Del Pino, Ortega. Roja a Palacios (80')

Incidencias: Camp Nou, pésima entrada. 30.000 espectadores.
 



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