Un escenario posible

"En un intercambio de golpes y con el bajón físico en el que están inmersos los azulgrana, su condición de favorito se convertiría en papel mojado"

No es fácil mantenerse optimista. La ida de Champions en el Bernabéu, merced a un mal planteamiento táctico de Mou y a un árbitro decisivo para mal, dejó la eliminatoria con un 0-2 muy favorable al Barcelona. Aún así, no todo está perdido. Los jugadores conservan su orgullo propio de los grandes futbolistas y seguro que venderán cara su piel en terreno azulgrana. Por eso y por la historia de remontadas del Real Madrid merece la pena pensar en un escenario (no demasiado probable, tampoco se puede engañar a nadie), pero posible para este martes en el Camp Nou.

Imaginemos que sale al campo un Barça similar al que el pasado sábado perdió ante la Real Sociedad o al que vimos durante gran parte de las semifinales de la ida, un equipo que conserva un buen trato de balón, pero que no es nada extraordinario. Con unos futbolistas cansados física y mentalmente y que se encomiendan a alguna genialidad de Xavi o Messi para desequilibrar. Un conjunto que sufre si no tiene la pelota y al que un Real Madrid incisivo y rápido puede poner en  apuros.

Pensemos en un equipo que se adelanta pronto en el marcador y que gracias a Cristiano y Di María desborda a un Barcelona que apenas puede hacerles frente sin arriesgarse a que un segundo tanto iguale la eliminatoria.

Ante la posibilidad de que el Madrid marque primero y temprano (por ejemplo, antes de que terminen los primeros 45 minutos), los culés no sabrían como reaccionar. Adelantar sus líneas, intentar agotar a un rival que resulta incansable o defender con el autobús como no saben. El Barcelona sufriría en un entorno desfavorable al que no están en absoluto acostumbrados. En un intercambio de golpes y con el bajón físico en el que están inmersos los azulgrana, su condición de favorito se convertiría en papel mojado. Eso si, siempre y cuando los madridistas mantengan su puerta a cero.     

Los blancos por su parte también deberían cambiar y mucho. Para empezar, dejar de lado el planteamiento timorato de la ida y la tristeza de la derrota ante el Zaragoza, y salir con sus mejores  efectivos en ataque. Los Kaká, Benzema e Higuaín de Mestalla, acompañados por Cristiano y Xabi Alonso  son argumentos mas que suficientes para mantener encendida una llama de optimismo.¿Que haría un  Barcelona cansado si encara la segunda parte del encuentro con 0-1 en el marcador y un conjunto blanco desatado? Sufrir, no les quedaría otra y en ese contexto no saben manejarse como el club de Chamartín 

Tampoco podemos olvidar que la Champions es la competición del Real Madrid, con la que sueña, aquella que siempre desea ganar y por la que es capaz de crear escenarios teóricamente imposibles. 



Reportajes DC