Di María, buen fondo y malas formas

"El problema es que si Di María pide que le suban el salario por buen rendimiento, ¿Qué pasa con Özil? ¿Qué hacemos con Cristiano? ¿Y con Marcelo?"

Quiero pensar que Ángel Di María pecó de pardillo el otro día cuando concedió una entrevista radiofónica para Radio La Red y dijo estar “ansioso” por renovar su contrato con el Real Madrid. Digo lo de pardillo porque si tengo que ponerme en lo peor y pensar que lo que hizo fue aprovechar que estaba fuera de Madrid para decirle al club de forma indirecta ‘o me subís el salario o me largo’ habría que cambiar la palabra pardillo por listillo. Así que voy a pensar bien porque el asunto tiene un trasfondo que no se debe pasar por alto.

Si es cierto que a Di María le prometieron que haciendo una buena temporada recibiría un aumento de sueldo está en todo su derecho de reclamarlo. Que lo pida me parece fenomenal. Es más, lo aplaudo, porque ha cuajado una buena temporada. Eso sí, lo que no puede hacer bajo ningún concepto es airear las intimidades de una negociación en público ¿Para qué? ¿Cuál es el objetivo? ¿Acaso tiene miedo de que Mourinho y Florentino –si es que fueron ellos los que se lo dijeron en su momento- no cumplan con su palabra? Las formas le han fallado al argentino. Imagino que recapacitará y pedirá disculpas al club de forma taxativa. De lo contrario, igual se ha jugado con esta apertura de boca innecesaria que esa promesa se dilate en el tiempo. O lo que sucede es que esa promesa vino de parte de su compatriota Valdano y como ya no está en el club, el fideo le ha visto las orejas al lobo y ha querido recordarle a los que mandan que, en su día, alguien le prometió un aumento por buen rendimiento. Cualquiera sabe.

Dicho esto, lo que no me parece nada bien es que el Madrid le prometa a un jugador un aumento de sueldo antes, ni siquiera, de pisar el terreno de juego. Si el jugador no quiere venir a cambio de un salario acordado con el club, y no lo digo en este caso por Di María, sino por cualquier posible contratación, que no lo haga. El problema es que si Di María pide que le suban el salario por buen rendimiento, ¿Qué pasa con Özil? ¿Qué hacemos con Cristiano? ¿Y con Marcelo? Se puede entender que los futbolistas defiendan su economía por encima de los colores (es la realidad hoy en día) pero casos como el de Di María pueden crear un precedente peligroso en un vestuario unido a base de pegamento por Mourinho. De todas formas, repito, entiendo el fondo de las palabras de Di María pero, por supuesto, no las formas.

 

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