Ramírez Domínguez quiso pero no pudo

El colegiado andaluz seleccionado para arbitrar el Tenerife-Real Madrid, Ramírez Domínguez, quiso que la sibilina mano arbitral se hiciera evidente en el encuentro. Quiso, lo intentó, pero no pudo. La omisión de la flagrante falta a Iker Casillas estando éste en el área pequeña, en donde el guardameta es intocable, y que supuso el 1-2 en ese momento en el marcador pudo haber supuesto la remontada de los locales, remontada que se hizo imposible con el inmediato tanto de Kaká y los posteriores de Cristiano Ronaldo y Raúl. Sí, el fútbol pudo en esta ocasión con la incompetencia.



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