El Real Madrid ya ve al Atlético por el retrovisor

Victoria sufrida de los culés ante un rival que planteó el partido como un equipo pequeño

Nada nuevo bajo la brisa del Manzanares. Un año más el Atlético fue presa fácil (1-2) para el Barcelona, que en esta ocasión ni siquiera necesitó contar con Messi los 90 minutos de partido. El argentino compareció solo media hora en el campo tras su reciente paternidad y tuvo tiempo más que de sobra para desnivelar el choque con una jugada de 'billar' en el área colchonera. Así, los rojiblancos quedan con seis puntos, a uno del Madrid, mientras que los azulgranas se mantienen en lo alto de la tabla con 9 unidades.

Salieron los rojiblancos al campo temerosos de su rival a pesar de que enfrente no estaba el segundo mejor jugador del mundo. Así que el encuentro fue un auténtico monólogo de juego culé en el que el Atlético intentaba arañar alguna contra de vez en cuando, aunque sin demasiada precisión y verticalidad. Torres y Griezmann fueron dos auténticos 'náufragos' en la primera parte, espectadores de lujo del juego de toque pero poco efectivo de los azulgrana. En consecuencia, los de Luis Enrique apenas crearon un par de ocasiones claras en los primeros 45 minutos, pero ambas de peso. Primero Rakitic con un buen disparo sacado por Oblak y después Luis Suárez con un disparo que se estrelló en el larguero.

En la segunda parte la historia continuó por los mismos derroteros, aunque con la diferencia de que esta vez Fernando Torres sí puso cazar un balón en el área del Barcelona. El madrileño remató ajustado al palo y dio permiso a los suyos para regalar aún más el balón. Un grave error con más de media hora por jugar. De hecho, no hizo ni falta que los catalanes tuvieran el esférico en juego, porque Neymar poco después hizo la igualada con un soberbio tanto de falta. Y con 1-1 el partido ya estaba inclinado para el lado visitante. Sólo necesitaba que apareciera Messi, así que Luis Enrique no lo dudó y puso a su salvador en el campo.

El '10' cumplió con lo que se esperaba de él. Desbordó, trajo loca a la defensa y se asoció con sus compañeros. Así llegó el gol definitivo del partido. Tras una serie de despropósitos rojiblancos en la salida del balón este llegó a Luis Suárez en el área. El uruguayo combinó de forma mágica con Messi y el albiceleste picó el balón sutilmente sobre Oblak. 1-2 y tres puntos de oro para el Barcelona en un campo siempre complicado, aunque ante un rival miedoso y lleno de complejos. Aunque eso sí, no todo fue bueno anoche para los culés, pues el belga Vermaelen volvió a caer lesionado y estará entre tres y cuatro semanas de baja.



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