Benítez se mantuvo al margen en el día de después

El técnico se despidió con una emotiva carta, pero evitó decir adiós personalmente

Rafa Benítez está demostrando estos días que es un gran profesional. Ha asumido con gran entereza su despido por parte del Real Madrid, pues ha preferido mantenerse al margen de los acontecimientos y marcharse con una emotiva y escueta carta. Sin embargo, el técnico no puede evitar tener en estos momentos una sensación de enfado e impotencia, ya que considera que merecía un voto de confianza mayor que el que se le dio.

El entrenador estaba convencido de que podía sacar la situación adelante. El domingo en Mestalla expresó la mejoría que se había apreciado en el juego del equipo. Por eso esperaba que el club le diera algo más de margen para terminar de sacar adelante la situación. Algo factible si se tiene en cuenta que a la plantilla le espera un mes de enero bastante benigno. Pero su 'cuerda' acabó rimpiéndose, por lo que el martes ya no tuvo que hacerse cargo del primer equipo. De hecho, ni siquiera se dejó ver por Valdebebas. Prefirió no despedirse personalmente de la plantilla y de la directiva, al menos de momento.

Su enfado en 'caliente' por la destitución hizo que prefiriera dejar reposar la situación. Benítez no ha podido evitar una sensación de frustración por lo ocurrido. Según 'Marca' pensaba que tenía más apoyo del que realmente le estaba brindando el club. Algo a lo que también se une su dolor por la indiferencia generalizada que ha mostrado la plantilla a su marcha. Los futbolistas no le han dedicado una sola despedida en las redes sociales, lo que evidencia que la brecha entre técnico y jugadores era evidente. Por eso el madrileño ha optado por una salida a la 'francesa', recurriendo únicamente a una carta en la que centró su adiós en todos aquellos que le apoyaron. Palabras que cada trabajador del club podrá interpretar como quiera, pues cada uno sabrá si debe darse por aludido o no.

 



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