La decisión que ha tomado el Madrid para tranquilizar a Bale

El club blanco prefiere no fijarse plazos en la recuperación del galés

El Real Madrid ha recibido esta semana uno de los varapalos más duros de los últimos meses. Gareth Bale se tendrá que operar el próximo martes en Londres de su lesión en los ligamentos peroneos, por lo que se perderá al menos dos o tres meses. De hecho, en el club prefieren no precisar la cantidad exacta de tiempo para no presionar al jugador.

Bale era el primero que esperaba que esta lesión se quedara en poco más de un mes de baja. Pero la necesidad de intervenirle ha multiplicado por dos el tiempo estimado inicialmente, aunque a día de hoy nadie se atreve a dar una fecha para su reaparición. La intención incluso es no darla en los próximos días, ni siquiera una vez que sea operado el 29 de este mes.

Y es que la lesión es lo suficientemente grave como para no querer arriesgar con su recuperación. La intención de Zidane siempre ha sido no poner en riesgo a los futbolistas anticipando su vuelta, algo que se cumplirá de nuevo a rajatabla en este caso. Razones para ello hay, ya que los ligamentos peroneos son una zona delicada y no hay motivos como para comprometer su integridad precipitando su vuelta a los partidos.

De hecho, en el club piensan que en el peor de los casos el jugador podría estar para algún momento del mes de febrero. Es decir, justo para cuando dé comienzo el tramo final de la temporada, el cual implicará la disputa de los octavos de final de la Champions. Por eso en Chamartín calculan más su regreso por mes que por semanas, ya que a día de hoy es imposible hacer un pronóstico exacto y justo sobre lo que deparará su lesión.



Reportajes DC