Messi hace lo que quiere ¡y no hay narices a expulsarle!

González González no se atrevió a expulsar a Leo Messi en el choque ante la Real Sociedad.

A José Luis González González le habrán felicitado desde la Federación por su gran arbitraje en el partido entre la Real Sociedad y el Barcelona, disputado este pasado miércoles. El colegiado saltó al terreno de juego de Anoeta con el único objetivo de que el cuadro culé se llevara un buen resultado para el choque de vuelta. Misión cumplida. 

Un día más el Barcelona tuvo que acabar el partido con diez y un día más el árbitro de turno, en esta ocasión fue González González, perdonó la expulsión de un futbolista del cuadro culé. Frente a la Real el 'indultado' fue, otra vez, Leo Messi, que mereció ver la segunda tarjeta amarilla hasta en dos ocasiones. 

El delantero argentino vio la primera en la recta final del primer tiempo por perder tiempo y a partir de ese momento, Messi se convirtió en intocable para González González. Justo cuando el árbitro indicó el descanso, el '10' del Barcelona se encaró con el árbitro protestándole la primera amonestación, pero el colegiado no se atrevió a mostrarle la segunda. 

Consciente de su impunidad, Leo Messi cumple el reglamento según le interese. Ya en la segunda mitad, Illarramendi fue a lanzar una falta y el argentino se puso delante del balón para que el ex madridista no pudiera sacarla rápido, no siendo la distancia entre el balón y el jugador del Barcelona la indicada por el reglamento. Tarjeta y a la calle. Pero de nuevo, González González miró para otro lado y Messi no solo acabó el partido, sino que también podrá disputar el choque de vuelta. 



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