Bale sufre la segunda gran decepción del 2017

El galés tampoco podrá jugar ante el Tottenham en Wembley

Gareth Bale está contando los días para que el 2017 se acabe. No ha sido un buen año para el galés. Ha estado lesionado gran parte del mismo y se ha perdido partidos transcendentales y con un sabor especial en lo personal. Después de ser suplente en la final de Cardiff, Gareth tampoco ha podido jugar contra sus ex en la primera fase de la Liga de Campeones. El ‘expreso’ de Cardiff ya trabaja en solitario para volver cuanto antes a los terrenos de juego.

El año 2017 ha sido un cúmulo de sinsabores para el galés; reapareció tras 4 meses de lesión un 18 de febrero frente al Espanyol en el Bernabéu y lo hizo con buena nota, marcando un gol y dando buena imagen. Parecía recuperado pero las lesiones musculares de nuevo comenzaron a castigarle. Perdió protagonismo en el último tramo de la temporada a favor de Isco y simplemente tuvo los minutos de la ‘basura’ en la final de la Liga de Campeones.

Arrancó la temporada con buenas sensaciones-hizo una gran final de la Supercopa de Europa-pero, una vez más, el maldito sóleo le ha trastocado todos los planes. Se perdió la ida contra el Tottenham, se perderá la vuelta en Wembley y tampoco pudo jugar el choque decisivo de Gales contra Irlanda para estar en el próximo Mundial. A falta de dos meses para que el año se acabe, Gareth Bale ya sueña con un 2018 muy distinto en todos los aspectos.



Reportajes DC