Ramos, obligado a jugar con máscara

El capitán del Real Madrid se ha fracturado el hueso de la nariz y deberá utilizar una máscara cuando esté recuperado

Tras recibir una tremenda patada de Lucas Hernández que el árbitro debió señalar como penalti, Sergio Ramos tuvo que ser sustituido en el derbi entre Atlético y Real Madrid. Hoy, se han cumplido los peores pronósticos, y la lesión que sufre el central de Camas le obligará a jugar con máscara cuando esté recuperado para volver a los terrenos de juego.

El Real Madrid ha confirmado en el parte médico oficial que a Sergio Ramos se le ha diagnosticado una fractura del hueso propio de la nariz, y su regreso a los terrenos de juego está pendiente de evolución.

Ramos es optimista, y aunque se perderá el duelo de Champions frente al APOEL, espera estar listo para jugar el próximo sábado en Liga ante el Málaga. Eso sí, el camero deberá jugar con una máscara protectora como la que llevó Carles Puyol hace unos años.

El gran capitán blanco quiere ayudar todo lo posible a su equipo, y está dispuesto a correr riesgos por el Real Madrid. Parece que el central no se operará, y podríamos verle el próximo fin de semana jugando con la aparatosa máscara.


El crack merengue que rompió a llorar en el vestuario tras el derbi

Sergio Ramos es uno de los 'tipos' más duros del fútbol mundial. El sevillano no se esconde ni se 'achanta' ante nadie. Pero también es humano y afronta momentos buenos y malos en su día a día. Por eso terminó hundido el partido ante el Atlético de Madrid al no poder ayudar a sus compañeros sobre el terreno de juego.

El encuentro apuraba el final de la primera parte cuando Ramos se lanzó con todo para rematar un centro desde la banda derecha. Como siempre el capitán merengue no midió las consecuencias y arriesgó al máximo bajando su cabeza. Tanto como para que Lucas Hernández impactara con su pie en toda su cara y le provocara una fractura de nariz. De hecho, y una vez que el balón no alcanzó su objetivo - se perdió por la línea de fondo -, todo el mundo se fijó en que el jugador madridista sangraba aparatosamente en el suelo.

Pese a todo Sergio Ramos se levantó y pudo ser atendido en la banda con la ayuda de los doctores merengues. El primer objetivo era cortar la hemorragia y que el central pudiera disputar los últimos cinco minutos de la primera parte. Algo que consiguó hacer gracias a un par de apósitos que se colocó en sus orificios nasales. Pero la lesión era grave y cada vez estaba más claro que el jugador no podía continuar en la segunda mitad en su situación.

Así, durante el descanso Zidane y el propio Ramos decidieron efectuar el cambio. Entró Nacho y el sevillano se quedó en el vestuario, donde se le vino el mundo 'encima'. "Cuando se ha llegado al descanso Sergio Ramos rompió a llorar de impotencia. Por el penalti no señalado y porque los árbitros están perjudicando al Real Madrid. El jugador sentía impotencia porque el penalti fue muy evidente y Borbalán no lo señaló a pesar de que era evidente de que estaba lesionado" aseguró anoche el periodista José Luis Sánchez en el programa 'El Chiringuito' de 'Mega'.

Se trata de un detalle que demuestra la importancia que tenía este partido para el Real Madrid. Ramos sabía que era una noche clave para continuar aferrados a la lucha por la Liga. Pero no solo tuvo la mala suerte de lesionarse, sino que además el árbitro y sus asistentes se negaron a ver la realidad de que había sufrido un penalti clarísimo. Por eso no pudo evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos, consciente de que había sufrido otra injusticia más y de que, probablemente, tenga que perderse los próximos partidos con el equipo blanco. 



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