Así acabó uno de los grandes duelos de la final: Courtois barrió a Oblak

El belga fue la figura decisiva en Yeda para que los blancos acabasen conquistando la Supercopa de España.

El Real Madrid vuelve a ser supercampeón de España. El conjunto de Zinedine Zidane derrotó al Atlético de Madrid en la tanda de penaltis con un Courtois pletórico. El belga, que ya salvó a los suyos en innumerables ocasiones durante el encuentro, también detuvo un lanzamiento trascendental a Thomas Partey desde los once metros. Jan Oblak, si bien cuajó un gran encuentro, volvió a demostrar que los penaltis no son lo suyo. El Real Madrid le persigue y los aficionados atléticos ya empiezan a estar molestos con sus actuaciones desde el punto fatídico. 

Thibaut Courtois ha vuelto a demostrar que, en estos momentos, es el mejor portero del mundo. El guardameta del Real Madrid lleva varios meses a un nivel tremendo. En sus últimos diez partidos de Liga solo ha recibido tres goles y dos han sido de penalti. Acumula 12 partidos esta temporada con la portería a cero y más de cincuenta paradas. En Yeda, durante los 120 minutos, salvó los muebles de su equipo en varias ocasiones. Desde luego que su actuación fue mucho más decisiva que la de Oblak. (El Real Madrid vuelve a proclamarse Supercampeón de España). 

En el 117' sacó un balón debajo de la línea y, un minuto después, evitó el gol de Correa. Antes le dio tiempo al belga a salvar al equipo con una parada increíble al golpeo de falta directa de Thomas Partey. Igual que otra ocasión de Morata, en la segunda mitad, que sacó a bocajarro tras previo error de Sergio Ramos. Por no mencionar la parada de la noche (en la tanda de penaltis) que paró a Thomas Partey.

Courtois siempre creyó en sus cualidades. A pesar de que comenzó la temporada cuestionado, el ex del Chelsea ha sabido sobreponerse y ahora puede decirse sin tapujos que es el mejor portero del mundo. Y Zinedine Zidane, desde el principio, fue su principal valedor. Prescindió de Keylor Navas, el meta de las tres Champions consecutivas, porque creía que era hora de renovar la portería. El tiempo, como siempre, le ha acabado dando la razón al francés.




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