Juande y Chaparro se reencuentran

Ambos técnicos se cruzan de nuevo tras haber coincidido en el Betis hace siete años

El choque de este sábado en el Santiago Bernabeu entre Real Madrid y Betis, puede suponer un nuevo golpe de autoridad del equipo de Juande Ramos respecto a la lucha liguera. Sin embargo, más allá de luchas por metas mayores, los tres puntos ante los béticos volverán a unir a dos viejos conocidos que ya coincidieron por tierras sevillanas.

Juande Ramos fue el entrenador del Betis en la campaña 2001-2002, donde dejó una imagen a la altura del gran técnico que se estaba gestando. En aquella temporada, que curiosamente se saldó con una polémica salida del manchego tras una disputa con el presidente Lopera, el ahora madridista coincidió con Paco Chaparro.

El actual técnico del equipo verdiblanco era por entonces el segundo de Juande, con quien formó un gran tándem. No obstante, los números hablan por sí solos y ambos, trabajando codo con codo, llevaron al Betis a clasificarse para la Copa de la UEFA, algo que aún se recuerda con brillantez en Heliópolis pues aquél equipo acababa de ascender esa campaña a Primera División. Esa temporada, Chaparro fue ayudante (como antes lo había sido de Luis del Sol) pero se quedó con las ganas de poder ejercer en solitario en el regreso al primer nivel.

Juande salió por la puerta de atrás para triunfar después a su paso, de nuevo, por Sevilla, aunque en el bando rival, el del Sevilla. Sin embargo, Chaparro, como todo hombre de la casa, siguió echando una mano a los técnicos que se dejaban caer por el Ruiz de Lopera mientras compaginaba tareas en el filial del equipo bético. Cuando hacía falta en el primer equipo, siempre se mostraba ansioso por ayudar y jamás negó la posibilidad de ser finalmente el técnico definitivo y dejar su condición de interino.

Aunque esa condición le llegó seis años más tarde, su situación nunca ha sido cómoda y siempre está en entredicho. Sin ir más lejos, ha estado a un paso de salir hace apenas unas semanas.

Por tanto, dos amigos y viejos acompañantes del ‘carro’ verdiblanco, cruzan caminos de nuevo aunque ahora, con destinos opuestos.
 



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